viernes, 11 de septiembre de 2015

Tentadora sumisión- Capítulo 8

-no me provoques- Clovis sonrió al escuchar a Akia advertirle cuando intento acercarse a la camioneta, confirmando sus sospechas. No podía estar más que divertido y sorprendido por  todo esto ¿Quién diría que el hijo de ese imbécil se emparejaría con un hombre y que estaría intentando proteger también a dos hienas? Para colmo, su pareja aparte de ser un hombre es un ave. Simplemente increíble
-¿mascotas?- pregunto tirándose más a esa idea, siendo hijo de ese lobo bastardo no se sorprendería.
-por supuesto que no imbécil- contesto el águila con un tono de voz bastante desafiante que Clovis decidió ignorar, vio como Akia lo miraba atento por si intentaba hacer algo al respecto. Entendía al lobo por ser tan desconfiado, si él hubiera estado con su pareja y de golpe un grupo de lobos se le acercaran estaría reacio a hacer sociales. Más si ese grupo fueran miembros de la manada con la que hace unos años casi entra en guerra
Tal vez Akia no era como su padre, después de todo en estos cuatro años que llevaba siendo Alfa respeto el tratado de paz y en las reuniones no insultaba ni proponía cosas absurdas como ese infeliz. Su aspecto también era distinto su padre era un lobo alto y formado como un luchador con una mirada fría mientras que Akia poseía un cuerpo que le hacía recordar a los nadadores y sus ojos eran color miel con una mirada joven pero dura, no había duda que a pesar de ser demasiado joven el chico debió de haber madurado a muy temprana edad.
Un quejido proveniente de la camioneta logro llamar la atención de la pareja. El ave se dirigió a ver a sus acompañantes dándole a Clovis una mirada amenazante, cosa que en vez de enojar al lobo le divirtió.
 Si, realmente amaba ver como se comportaban las parejas acopladas, siempre perdían el sentido de la auto conservación o el sentido común al emparejase.
-son bienvenidos en mi territorio, te doy mi palabra de que no tengo intención de atacarlos-
-gracias, pero seguiremos nuestro camino Alfa Clovis- medido con sus palabras. Dios, parecía que estaba tratando con un anciano del consejo. Este chico debía enterarse que, a pesar de haber obtenido el título de Alfa en buena ley, seguía siendo un cachorro.
-¿seguro? tus acompañantes están enfermas, puedo olerlo- no estaba mintiendo, Akia podía olerlo también. Sabía que ellas no estaban en un buen estado de salud pero no esperaba que empeoraran tan rápido.
-están hirviendo- informo Brian maldiciendo mientras se acercaba –sus defensas deben de estar más bajas de lo que pensé...
-el médico puede revisarlas mientras nosotros tenemos una charla, creo que ya es hora de que nos conozcamos mejor ¿no?
El padre de Akia casi entra en guerra con la manada de Clovis. Esa era la principal razón por la cual no podía dejar de desconfiar del lobo, su pareja y si... aunque antes quiso matarlas, ahora la cosa había cambiado, Yone y Lisa debían ser protegidas.
Acepto ir hacia el pueblo que pertenecía a la manada de Clovis. La ciudad estaba muy lejos y las hermanas necesitaban atenderse rápidamente, que un cambia formas enfermase no era muy bueno que digamos.
Mirando a Brian de reojo se dio cuenta que casi no había hablado y mantuvo una postura defensiva en todo momento. Le alegraba saber que su pareja no era un ser débil y vulnerable, realmente le gustaba que sea un hombre fuerte. Solo esperaba que su imprudencia no fuera tan alta y rebasara los límites con alguien equivocado.
Al llegar un grupo de niños humanos jugando con unos lobeznos le llamaron la atención.
Una de las razones por las cuales su padre rechazaba y despreciaba a Clovis, hasta el punto de pedir al consejo que su manada fuera desintegrada, era por el hecho que tuviera a humanos y cambia formas de distintas especies como miembros oficiales de su manada, una manada de lobos que tendría que ser de lobos y nada más. Para agregarle más mierda al asusto el beta de Clovis es un cambia formas pantera mujer...
Cuando asumió oficialmente como Alfa tuvo que arreglar todo ese asunto. No le interesaba entrar en guerra con otras manadas, eso solo causaría perdidas innecesarias de ambos lados. Así que un acuerdo de paz fue firmado.
-se que no te cae bien ese lobo pero por lo que pude percibir no muestra signos de querer atacarnos- hablo por fin Brian mientras inspeccionaba el lugar. Paso por alto a los niños jugando con los lobeznos, estaba acostumbrado a ver humanos junto con cambia formas. La familia por parte de su madre eran humanos. -...tu familia
-lo sé- serró los ojos al recordar a sus hermanos "pensamos que te mataría, nunca más nos hagas pasar por algo así" quería estar con ellos, ver con sus propios ojos que se encontraban bien, que conocieran a Brian y no volver a hacerlos sentir de esa manera.
Akia quería volver con su manada, al principio tenía la necesidad de estar con sus hermanos y su amigo pero ahora sentía también el llamado de su manada. No le preocupaba que Asher no pudiera hacerse cargo de ellos pero...
Tengo que volver
Estaba decidido, volvería. Si ese infeliz se presentara Akia se encargaría de eliminarlo sin estar preocupado de que sus seguidores atacaran a lo que queda de su manada. No podría perdonase jamás si al volver los condenara nuevamente.
-cuando Yone y Lisa estén en condiciones nos iremos con mi manada. Voy a informarle a Zaida- recordó que la hermana de Brian había hablado acerca que volvieran –cuando las cosas se calmen... no voy a poder ausentarme por un tiempo Brian ¿tu familia se molestara si les pides que vengan en vez de que nosotros...?
-vendrán aunque no las invites Akia, así que te recomiendo que no lo hagas porque van a perder la muy poca vergüenza que tienen y se mudaran a tu casa- ver que no había peligro en el pueblo y tener a Akia intentando conversar lo relajaron.
-nuestra casa...- murmuro Akia al bajar de la camioneta y Brian sonrió tontamente al escucharlo.
Un medico humano atendió a las hermanas que fueron ingresadas en el hospital del pueblo. Era extraño entrar en un hospital ya que los cambia formas rara vez necesitaban de un medico.
Llevaba una hora y media en las tierras de Clovis y aun no habían charlado. Se sentía extraño por estar en territorio ajeno, sabía que por esto le debería un favor al lobo.
-Alfa Akia- inclinando la cabeza, una mujer de cabellos negros y verdes ojos, observaba curiosamente al par mostrando cierto brillo que Akia no paso por alto –mi Alfa me pidió que los escoltara hasta la oficina, por favor síganme
La pareja siguió a la pantera hasta una oficina en la planta baja del hospital. Al entrar encontraron a Clovis bebiendo café mientras revisaba unos papeles, la pantera se despidió cortésmente antes de dejarlos.
-siéntense donde quieran o puedan- ofreció Clovis sonriendo sin despegar la vista de los papeles. La oficina era un caos, cajas y papeles esparcidos por todo el lugar –los humanos no tienen tantas necesidades como nosotros pero las que tienen son muy estresantes
Luego de apartar unas cajas Brian se sentó en el sillón mientras que Akia tomaba el asiento frente al escritorio del otro lobo.
Justo cuando estaba por comenzar a hablar un joven con una bata blanca y cabellos alborotados entro a la oficina luego de tocar y no esperar ni un segundo una respuesta
-¡renuncio carajo!- grito el joven que por el olor Akia supo al instante que se trataba de un humano, que estaba muy molesto y que tal vez estaba deprimido.
 La imprudencia y la falta de respeto del hombre lograron confundirlo, pero se guardo sus pensamientos para él. No era su manada, su gente, ni su oficina. En este lugar era un invitado así que la manera en cómo se dirigieran al Alfa Clovis no era de su incumbencia.
-estoy ocupado pequeño- le contesto Clovis tranquilamente despegando la vista de los papeles para ver al joven
-¡¿pequeño?! ¡Que seas tan condenadamente viejo no me hace a mí un niño!- grito y luego se paso la mano por el pelo aparentemente en un intento de serenarse –un amigo mío vendrá en mi remplazo, en serio necesito irme, ya no puedo quedarme en este lugar...
Y de esa manera se fue. Brian miro a Akia que no mostró ningún signo de molestia por lo ocurrido y se encogió de hombros antes de sacar su celular.
-Asher y Kira están convencidos de que estas con vida. Se mudaron hacia las tierras que tu madre les heredo. Queda un poco lejos de aquí, pero igualmente sería bueno tener relación con tu manada una vez que vuelvan a la normalidad. Por cierto, mi pésame por los que perecieron esa noche, incluyendo a tu padre.
Brian levanto la vista sorprendido de su celular para ver a su pareja. Realmente tenía que reforzar la comunicación con su pulgoso.
-estoy al corriente de los movimientos de mi manada- contesto Akia seriamente pero sin mostrar signos de malestar por escuchar la mención de la muerte de su padre. Le pesaba que haya muerto y no sentir dolor por eso. –le agradezco lo que está haciendo por mí en estos momentos pero... ¿Por qué querría tener relación con mi manada?
-siento que podríamos llevarnos muy bien. Poseo una de las manadas más grandes y prosperas, pero también es la más criticada, una cosa es vivir entre los humanos respetando un equilibrio y otra es verlos como iguales. Tu padre logro convencer a algunos de que mi manada es una vergüenza así que recibo ataques y amenazas constantemente
-¿piensas llevarte bien con la manada que provocó esos problemas?
-no eres como tu padre- dijo Clovis dándole una rápida vista a Brian que aunque aparentara estar concentrado con su celular escuchaba atentamente la conversación – Teniéndote como mi aliado me aseguro que las demás manadas dejen de causarme problemas. No te confundas, si puedo proteger mi manada de cada ataque, pero no quiero arriesgarme a perder vidas si puedo evitarlo de una manera más... diplomática
-me hago responsable por el daño que mi padre causo injustamente- dijo Akia poniéndose de pie
El médico que atendió a las hermanas resulto ser el mismo que había entrado a la oficina antes, por su manera rápida de hablar seguía igual de nervioso. Por suerte las hermanas se recuperarían rápidamente y necesitarían solo unas horas de sueño y suero para poder levantarse.
Yone y Lisa estaban durmiendo juntas dejando la otra cama libre. Brian se recostó mientras Akia decidió tomar un baño para sacarse ese olor a sexo que llevaba. No paso por alto el brillo en los ojos de los felinos y lobos que estaban en el lugar al verlos o más bien olerlos.
Al salir Brian seguía despierto pero bostezando. Al verlo entrar al cuarto se levanto de la cama y luego de darle un rápido beso en los labios, para mostrarle que estaba para el si lo necesitaba, se alejo hacia el baño para ducharse dejándole el celular. El águila no tenía un gran olfato pero estaba consciente de los ojitos brillantes.
-Zaida, soy Akia- dijo cuando su madre atendió su llamada
-en esta semana hablamos más de lo que lo hicimos en estos últimos años
mi pequeño. También pude hablar con tus hermanos... Asher está haciendo un buen trabajo y Kira es realmente fuerte...
-voy a volver con ellos. Dan esta solo ahora y si se atreve a aparecer me encargare de él sin preocuparme que sus compañeros ataquen en el proceso a la manada o mi familia.
-entiendo- contesto con un tono apenado por el habitual modo cortante con el que su hijo le hablaba. Sabía que entre su familia ella no estaba incluida –estaré para lo que necesiten... no sabes cómo lamento todo lo que paso mi cachorro
-ya es tarde- interrumpió sabiendo que su madre no se refería a lo que le ocurrió a su manada antes de cortar la llamada.
Vio como las hermanas dormían abrazadas, su tono de piel estaba más normal y no se veían enfermas. Necesitaba subir de peso, pero eso era algo fácil de arreglar. Mientras las veía sintió la falta de sus hermanos acompañado de una molestia. De alguna manera presentía que algo estaba pasándole a Asher o Kira, tal vez ambos, y que no tenía nada que ver con el mercenario.

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