viernes, 11 de septiembre de 2015

Tentadora sumisión- Capítulo 9

La luz del sol ingresaba por la ventana del cuarto de hospital despertando a Lisa, por un momento se sobresalto al no reconocer el lugar, pero al instante se calmo al sentir los ligeros y protectores brazos de Yone sobre ella.
Zafándose de su hermana mayor se sentó en la cama observando cómo Brian dormía. El aroma de Akia esparcido por el cuarto así que estaba segura que el lobo no andaría lejos. Sacándose la aguja en su brazo, con mucho cuidado, camino despacio hasta llegar a la ventana. Estaba amaneciendo.
-no tendrías que haberte sacado el suero niña- giro súbitamente viendo como Brian le hablaba con los ojos serrados. El tono de su voz era propio de una persona adormilada –deberías descansar, Akia charlara con ustedes luego
-¿va a matarnos?- pregunto rápidamente al mismo tiempo que el pánico le atacaba.
-tranquila pequeña- abrió los ojos perezosamente y miro como la pequeña figura temblaba junto a la ventana. No tenía ni idea de que hacer –dije "charlar" no va a lastimarlas. Están en un hospital ahora mismo, si quisiéramos hacerles daño no las cuidaríamos ¿o sí?
Asintió con la cabeza y con los ojos acuosos volvió con su hermana. Brian no estaba muy convencido de que ella le creyó, pero por lo menos no tenía a una niña llorando y suplicando ayuda ahora mismo, así que volvió a serrar los ojos para intentar dormir.
Akia escucho todo través de la puerta. Anoche había decidido dormir en el pasillo bajo su forma de lobo para vigilar el lugar y no asustar a las hienas por si despertaban encontrándose en el mismo cuarto que el.
Su tamaño mientras vigilaba era solo un poco más grande que un lobo común. Estuvo consciente de que podía aumentar su tamaño al luchar con su padre. Inconscientemente durante la pelea aumento casi tres veces el tamaño estándar de su raza. Pero llegar a ese punto hacia que luego se sintiera destruido por dentro. Sus cambios tan poco comunes eran herencia genética por parte de su madre, que pertenecía a uno de los clanes de lobos más antiguos y respetados.
-me gustaría verte en acción algún día- escucho la voz de Clovis al final del pasillo –es imposible imaginarte venciendo a tu padre y luchando con cualquiera cuando eres tan...no te ofendas, pequeño o común
Sabía que los ajenos a su gente tenían curiosidad de conocerlo de esa forma, después de todo solo uno que otro par heredaba esa habilidad.
-necesito que me devuelvas el favor haciéndome un favor- Akia lo miraba atentamente pero sin apartarse de la puerta del cuarto, donde dormían sus acompañantes y su pareja. – tu manada necesita miembros competentes después de... ya sabes que, tengo un medico que quiere irse pero no quiero que termine en cualquier lugar y una pantera que se irá en busca de otra manada ya que discute mucho con mi beta, que por cierto es su hermana, su cargo aquí es de centinela. Piénsalo, un medico y una centinela es una adquisición muy buena para tu manada
Antes hubiera rechazado la propuesta, pero tenía el presentimiento de que aceptar a ese par sería algo bueno.
Las horas pasaron y comenzó a escuchar más movimiento en el hospital, al parecer no solo se atendían a los habitantes del pueblo si no que también a los de pueblos cercanos ya que este se encontraba mucho más cerca que la ciudad.
-buenos días pulgoso- saludo Brian al abrir la puerta del cuarto. A simple vista noto que no fue el único que no durmió en toda la noche –ya están despiertas, pasa
Entro directo al baño donde había dejado su ropa. Sintió la tensión de las hermanas cuando lo vieron traspasar el marco de la puerta.
Les ofrecería unirse a su manada. No estaba muy seguro de que aceptarían, ser el último objetivo del hombre del que están escapando no es muy alentador que digamos. Por lo poco que Zaida informo sobre ellas sabía que no pertenecían a ninguna manada y que fueron criadas por una humana, aparentemente su madre, que murió asesinada dejándolas sin familia. Como solitarias no les veía mucho futuro así que lo mejor era conseguirles una manada si no aceptaban ir con ellos.
-buenos días- dijo al salir del baño y encontrarse solo con las hienas en el cuarto.
-buenos días Alfa Akia. Su pareja dijo que iría por comida- hablo Yone y Akia asintió con la cabeza.
-¿Qué planeaban hacer luego de escapar?- pregunto indeciso de cómo hablarles. La tarea de "socializar" era de su amigo Galo, tal vez se debía a que es un Omega, cosa que odia ocultándolo de extraños y demás miembros de la manada. Akia nunca entendió por qué, pero lo respetaba –lo más probable es que se metan en problemas o que no sobrevivan como solitarias ¿pensaban volver con alguna manada?
-no tenemos un lugar a donde ir...- su tono fue bajo y lastimero
-hoy volveré con mi manada, no veo que ustedes sean una amenaza ni tampoco una carga. Hay inteligencia en sus ojos- sus palabras sorprendieron a las hermanas, estas se miraron por un momento y luego volvieron su mirada al Alfa que les estaba hablando –si lo desean pueden acompañarme y unirse, si no quieren entonces les sugeriré otras manadas
-pero somos híbridas. Dan siempre nos dijo que los híbridos eran despreciados y que las hienas eran odiadas, que somos basura...
-no les propondría esto si creyera que son basura- interrumpió Akia tranquilo y sin levantar la voz a pesar que estaba molesto. Dan podría haberse llevado bien con mi padre, pensó sin poder evitarlo –si aceptan entonces nos iremos de inmediato, no puedo estar más tiempo separado de mi manada
Yone miro a su hermana, no necesitaban palabras para comunicarse. Sin poder evitar el temblor de sus cuerpos se acercaron a Akia agachando la cabeza. Aceptaron pertenecer a la manada del lobo, esperando sinceramente no cometer un error.
Las horas trascurrieron, luego de comer en el cuarto y que una enfermera mostrara una cara de fastidio, el doctor volvió para revisarlas.
-ok- les sonrió a las chicas y luego cambio a una expresión seria para hablar con la pareja. –están en condiciones para viajar. Lo único que les pido es que no descuiden la dieta que les voy a entregar cuando se retiren y que se mantengan hidratadas.
-gracias por su trabajo doctor...
-Omar Santana, lamento no haberme presentado antes- estiro su mano para estrecharlas. Brian la tomo al instante, en cambio Akia lo miro extrañado pero al darse cuenta que el humano esperaba con su mano en el aire entonces imito a su pareja –Clovis me informo que puedo transferirme a su manada Alfa Akia, espero ser útil y aceptado entre los suyos. Con permiso, tengo que ver a otros pacientes
Antes de salir del hospital la pantera, que los había guiado con Clovis, se presento nuevamente junto con el doctor para entregarles ropa para las chicas y la dieta que debían seguir.
Su nueva centinela y el doctor viajarían cuando Akia se instalara. El viaje, ahora que no pensaban parar en ningún hotel y desviarse, duraría un día o tal vez un día y medio, pero no más que eso.
-¿pasa algo malo cariño?- pregunto Brian en la puerta del hospital mientras esperaban que Yone y Lisa terminaran de cambiarse. Todavía no podía creer que su pareja no hablara ni insultara a nadie, por lo menos más de la cuenta, y que se mantuviera un poco distante siendo que desde que lo conoció no perdía oportunidad para abordarlo...
-necesito llamar a mi hermano- Brian le dio el celular y se alejo unos pasos para apoyarse en una pared junto a la gran puerta de cristal. Ahora que lo pensaba mejor fue desde que llegaron a este pueblo, cuando dijo que irían con su manada, que el águila comenzó a actuar de manera extraña -¿Brian? ¿No quieres vivir conmigo?
Por favor que no sea eso... rogaba Akia por dentro. Odiaría que su pareja se sintiera obligado a estar con él y aunque se sintiera morir por dentro no obligaría a Brian a aceptar todo lo que significaba ser su pareja
Brian lo miro sorprendido ¿Por qué su pulgoso pensaría algo así? estuvo tratando, casi hasta el punto de morderse la lengua, de mantenerse lo más al margen posible de sus asuntos e intentar apoyarlo con sus decisiones.  Sin contar con que en las ultimas hora su piel ardía cada vez que estaba cerca de Akia  ¿Qué hice mal ahora?
Esperaba que no todos los lobos fueran tan complicados como su pulgoso. Una cosa era que su pareja revolucionara su mente y otra que lo hicieran un grupo de desconocidos
- Akia, aceptaría vivir hasta en el infierno contigo- Akia inclino la cabeza levemente. Bueno, no conocía el infierno y esperaba jamás terminar en ese lugar, pero fue lo único que se le ocurrió.
-¿tan malo piensas que será vivir conmigo?- Akia comenzó a morderse los labios intentado controlar sus nervios. No quería hacer una escena en la salida del hospital donde las miradas de seres curiosos estaban puestas en ellos
-¿Qué? No, no quise decir eso cariño- dijo Brian preguntándose como su pulgoso podía torcer tanto sus palabras y llegar a conclusiones más que equivocadas.
Mierda, Akia lo miraba como esperando algo, pero... ¿Qué?
Alcanzó con su mano la barbilla de su pareja, la apretó un poco más fuerte de lo que en verdad quería, y acerco sus rostros hasta dejar una escasa distancia entre sus labios
-me estas volviendo loco cachorro- murmuro antes de posar sus labios sobre los de su pulgoso. Desde que se enlazaron sintió una necesidad constante de estar sobre Akia en todo momento. Apretó más fuerte la mandíbula de su pulgoso cuando este no abría la boca para permitirle explorarlo y saborearlo como tanto necesitaba. Akia abrió los ojos sorprendido por su acción
¡¿Qué estoy haciendo?! Tengo que convencerlo que todo está bien, que quiero vivir con él y conocer su manada...no convencerlo de que soy un idiota...
Esperaba ser empujado y enfrentar el mal humor de su pulgoso, como en las anteriores veces en la que quiso imponerse, pero para su sorpresa el lobo abrió la boca permitiéndole la entrada de su lengua y serró los ojos.
-consigan un cuarto- la voz burlona de Clovis resonó en los oídos de Akia trayéndolo a la realidad ¡¿Cómo pudo dar esa escena en la puerta de un hospital?! ¡Otro Alfa lo había visto comportarse como... como... -este es un hospital pero... los cuartos del sector "paranormal" están siempre disponibles.
-pervertidos...- murmuro Brian viendo los ojos de los lobos y felinos que los observaban.
-no es su culpa- re rió entre diente el lobo mirándolos. Nunca se cansaría de divertirse con los comportamientos de las parejas enlazadas – espero que las cosas mejoren y que podamos realizar el traspaso de Omar y Lucy lo más pronto posible. Estaremos en contacto Alfa Akia
-todo estará bien, no pienses tanto en cosas malas- dijo Brian alejándose unos pasos de su pulgoso. No entendía que carajo le estaba pasando, al estar cerca de Akia sentía su piel caliente y lo que suponía era su instinto le gritaba lanzar al pulgoso al suelo para mostrarles a esos "ojitos brillantes" que el lobo le pertenece
Ok. Akia estaba confundido como nunca, se suponía que al verlo comportarse de esa manera el Alfa Clovis lo rebajaría o algo así, pero no lo hizo y actuó normal.
 Otra cosa que le molestaba era lo raro que se estaba poniendo Brian, quizá ser su pareja era demasiada presión para el águila. Estaba más que consiente que es un ser complicado, de otra especie y que su manera de ser no tiene nada que ver con la de Brian
Todo estará bien, no pienses tanto en cosas malas< repitió en su mente cuando Brian se alejo yendo hacia la camioneta. Imposible, siempre se encargo y pensó en los problemas actuales y futuros sin descanso. No podía ignorar o evitar pensar en cosas malas.
Suspiro y decidió que haría algo que realmente no tenía muchas ganas de hacer. Pedir un consejo. Nuca, jamás, se lo pediría a sus hermanos porque eso sería, aparte de raro, vergonzoso y no quería darles esa imagen y mal momento a ellos. Acudiría a su auto-nombrado asistente personal y experto en relaciones, su amigo Galo.

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